El artista colombiano se apoderó del escenario con una versión única en la clausura del Mundial, junto a Coldplay.
En la final del Mundial celebrada el 13 de julio, J Balvin llevó el sabor latino al espectáculo de clausura con una presentación vibrante. Según reportes de EFE Latam, su actuación recibió elogios por fusionar ritmos urbanos con una energía contagiante.
La inesperada aparición de Coldplay amplió el alcance del evento, mezclando géneros e idiomas para un cierre espectacular. La dupla artística marcó la diferencia en un espectáculo global que unió público diverso bajo una misma emoción.
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